¿Cuál es el pronóstico frente a un paro cardiorrespiratorio en pacientes pediátricos?

El pronóstico de paro cardiorrespiratorio en pacientes pediátricos es malo; los índices de supervivencia al alta hospitalaria son de alrededor del 6%, y en torno al 27% en los casos de paro intrahospitalario. La mayoría de los supervivientes presentan una discapacidad neurológica permanente.(1)

La capacidad para anticipar la signo-sintomatología previa a la parada cardiorrespiratoria (tabla 1) y empezar un tratamiento adecuado y rápido no sólo salva la vida, sino que preserva su calidad.

Tabla1: Signos y síntomas de alarma que indican la posible necesidad de reanimación

Los niños que precisan de reanimación cardiopulmonar (RCP) por lo general están en paro respiratorio primario, y la hipoxia suele iniciar la cascada de eventos que da lugar al paro cardiorrespiratorio y la disfunción o daño en los órganos.

Cuando se detecta una fibrilación ventricular o una taquicardia ventricular con ausencia de pulso, está indicada la desfibrilación inmediata. El RCP debe continuar hasta justo antes de la desfibrilación y reanudarse de inmediato tras ésta, con la mínima interrupción posible del masaje cardíaco. En caso de ser necesaria una segunda desfibrilación, luego debe administrarse una dosis de epinefrina.

La desfibrilación debe distinguirse de la cardioversión de una taquicardia supraventricular, que también puede comprometer el gasto cardíaco. En la cardioversión, la dosis inicial es menor y la descarga debe sincronizarse con el ECG para no realizarla durante un período vulnerable, que podría convertir la taquicardia supraventricular en taquicardia o fibrilación ventricular.

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