Importancia de la bioseguridad en terapias neonatales.

Según la Sociedad Argentina de Pediatría, en una publicación del 2018 realizada por el CEFEN, lla prevalencia de partos prematuros en Argentina era de 8%. Esto corresponde a unos 56000 pacientes que suelen pesar menos de 1000 gramos y que tres décadas atrás no sobrevivirían. Los avances médicos en neonatología y en terapia intensiva neonatal han permitido que muchos niños prematuros o de bajo peso sobrevivan a condiciones que antes eran letales; creando sin embargo una población con alto riesgo de contraer infecciones asociadas al cuidado de la salud (IACS).

Es responsabilidad del personal de enfermería ayudar a minimizar los riesgos de infección. Para esto, se deben aplicar estrictamente las normas de bioseguridad ya que las IACS no solo aumentan la morbilidad y mortalidad neonatal, sino también los costos.

Además de los cuidados médicos, es indispensable permitir las visitas de padres y madres para fortalecer el vínculo emocional con el paciente e incluso acelerar el proceso de recuperación. Las visitas externas aumentan el riesgo de contraer IACS y para disminuirlo se deben tomar medidas para la prevención de trasmisión de patógenos.

Por un lado, se puede reducir el riesgo trabajando con los padres. Por ejemplo, el personal de enfermería puede instruirlos para que tomen medidas de precaución como lavarse las manos antes de entrar a la terapia neonatal y no tocar a los otros pacientes.

Por otro lado, se debe prestar atención al protocolo de limpieza y desinfección de la terapia. Las superficies de incubadoras, cunas radiantes y cunas, suelen contaminarse, a través de las manos del personal y visitas, especialmente las puertas de acceso y zonas de ajuste. Por eso, es importante desinfectarlas externamente después de cada encuentro. Se recomienda realizar una limpieza profunda después de cada paciente. Dado el alto flujo en las terapias neonatales es indispensable que los equipos puedan ser manipulados fácilmente por el personal de enfermería y sean fáciles de limpiar o desinfectar.

Las incubadoras Comen B6 y B8 están diseñadas cuidadosamente para proporcionar un ambiente de temperatura estable y humedad adecuada para promover el crecimiento y la estabilidad, incluso de los pacientes más frágiles. Son incubadoras simples de manejar lo cual permite al personal de enfermería hacer uso de la misma sin tener que pasar por largas capacitaciones. Además, son fáciles de limpiar. Su diseño está pensado para poder higienizarse tanto internamente como externamente en tres pasos, lo cual mejora el flujo de trabajo en las terapias neonatales y reduce de forma drástica las IACS.

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