¿Cómo manejamos la resistencia al cambio tecnológico en el ámbito de la salud?

La resistencia al cambio tecnológico se define como la reacción negativa que ejercen los individuos o grupos se encuentran en todos los niveles de la organización.       

La falta de entendimiento de esto lleva a la frustración y a comportamientos disfuncionales, acciones en contra del cambio, de los iniciadores del cambio y de la propia organización. 

La comprensión de esta resistencia y el trabajo con ella y no en contra, ayuda en gran medida a limar las asperezas del proceso. El entendimiento de la resistencia también ayuda en el desarrollo de un buen plan. 

Casi todas las organizaciones entienden que hay que incorporar la tecnología para adaptarse. Ésta contribuye a resolver problemas que surgen día a día en la atención a los pacientes, tratamientos sanitarios y fuente de información.

Se puede caracterizar el mundo contemporáneo como el de cambios permanentes, y el ámbito de la salud no está exento a esto. Como el cambio es inevitable, hay que acostumbrarse a él para sacar provecho y ser más competente. El proceso es complejo, ya que las personas muestran reacciones diferentes y resistencia. El cambio tecnológico significa transformar el comportamiento de las personas. Ellas son en última instancia su causa y su fin. 

 

La gestión tecnológica es un sistema de conocimientos y prácticas relacionados con la creación, desarrollo, transferencia y uso de la tecnología. 

A lo largo del proceso del cambio organizacional y tecnológico, empezando desde la toma de decisión y el diagnóstico que encuentra la necesidad de hacer el cambio, las acciones y la actitud de directivos chocan con la de los empleados. Generalmente, los trabajadores no tienen suficiente información sobre el cambio tecnológico y tienden a demorarlo, lo que es percibido como cierta forma de resistencia. 

Hay dos grandes causas de la falta de información por parte de los trabajadores: la falta de comunicación sobre el proyecto de cambio y la visión parcializada del proceso. 

 

La resistencia al cambio es un obstáculo al desarrollo de nuevas metas, métodos o cualquier otra variación que se plantee. Puede ser individual, del grupo o equipo o de la organización en general. Puede manifestarse aislada o de manera conjunta. Algunas de las consecuencias tangibles de resistencia al cambio es el freno en el desarrollo del trabajo, ausentismo, rotación de la fuerza laboral. 

El cambio tecnológico es impulsado por los continuos procesos de innovación que, a su vez, son producto de la necesidad del hombre por mejorar una tecnología inventada previamente. Las metas esenciales del cambio tecnológico buscan mejorar la capacidad de la organización para adaptarse a los cambios en su ambiente, y cambiar el comportamiento del empleado para lograr mayor eficiencia y mejor calidad de los servicios. 

Una buena educación sobre las tecnologías implementadas en la organización es lo que necesitan los usuarios de los sistemas para sentirse cómodos y aceptar el cambio con la menor resistencia esperada.

 

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