Medicina Estética

Tres Décadas del Láser CO₂: Avances y Aplicaciones en Dermatología

Escrito por Marcia Avella | Jun 6, 2025 4:26:35 PM

El láser de dióxido de carbono (CO₂) ha transformado la práctica de la cirugía dermatológica desde sus primeras aplicaciones en los años 80. Aunque sus versiones iniciales ofrecían potencia, también implicaban mayor riesgo de efectos adversos. Con la evolución hacia sistemas superpulsados y fraccionados, su aplicación se ha extendido con excelentes resultados clínicos, sobre todo en el ámbito estético.

Un repaso clínico de 30 años

El grupo dirigido por Campolmi et al. en la Universidad de Florencia analizó una cohorte de más de 43.000 pacientes tratados con láser CO₂. En esta experiencia, el láser fue utilizado para abordar desde lesiones benignas hasta patologías malignas superficiales, pasando por fotodaño, cicatrices, verrugas, queratosis, xantelasmas, e incluso rinofima.

Se destacaron ventajas como menor sangrado, inflamación reducida, escaso requerimiento de anestesia y posibilidad de control visual intraoperatorio. La tasa de efectos adversos graves (hipocromías, cicatrices retráctiles, alopecia) fue baja, especialmente cuando se utilizaron parámetros moderados y protocolos de cuidados posoperatorios adecuados.

Evolución tecnológica: del modo continuo al escaneo fraccionado

Uno de los cambios más significativos en el uso del láser CO₂ fue el desarrollo de los modos superpulsados y fraccionados. Estos permiten controlar la profundidad de vaporización y preservar tejido sano entre zonas tratadas (MTZ), reduciendo el tiempo de recuperación y los efectos secundarios. En rejuvenecimiento facial y cicatrices, esta tecnología mostró superioridad sobre alternativas como peelings, toxina botulínica o tratamientos tópicos.

Aplicaciones clínicas más frecuentes

  • Lesiones benignas: queratosis seborreicas, nevos, fibromas

  • Rejuvenecimiento y resurfacing facial

  • Cicatrices postacné y traumáticas

  • Lesiones víricas: verrugas y condilomas

  • Tumores epidérmicos superficiales (con control citológico intraoperatorio)

Consideraciones prácticas

En la experiencia reportada, el equipo utilizó el láser SmartXide de DEKA con frecuencias de 10–20 Hz y potencias de 0.5 a 2 W para la mayoría de los casos estéticos, evitando anestesia general en gran parte de los procedimientos. Para zonas sensibles o lesiones profundas, se emplearon anestésicos tópicos o infiltrativos con precaución.

Conclusión

El láser CO₂ continúa siendo una herramienta insustituible en dermatología estética y quirúrgica. Su precisión, control térmico y versatilidad lo posicionan como estándar de referencia, especialmente cuando se cuenta con equipos modernos y protocolos adecuados. Los hallazgos de esta serie clínica refuerzan su rol no solo en el tratamiento, sino también en la prevención de complicaciones mediante ajustes finos de parámetros y seguimiento riguroso.

Campolmi, P. et al. (2012). Highlights of Thirty-Year Experience of CO2 Laser Use at the Florence Department of Dermatology. The Scientific World Journal.

👉 Lea el artículo clínico completo aquí:
https://doi.org/10.1100/2012/546528