Balón gástrico

Cómo tomar el control de tu pérdida de peso y mejorar pequeñas cosas

Si tu pérdida de peso se ha estancado o si recuperaste peso tras un desliz, no pasa nada, esto no significa que todo tu plan vaya a venirse abajo.


Los deslices ocasionales, como una noche de alimentación descontrolada o unos días sin hacer ejercicio, es poco probable que nos provoquen, por sí solos, una vuelta a los viejos hábitos y una recuperación del peso a más largo plazo. No obstante, cuando comemos algo que no forma parte del plan, o cuando dejamos de ser tan activos como habíamos esperado, tendemos a tener, a menudo, pensamientos derrotistas. 

Es importante recuperar el control para evitar que este tipo de deslices –y estos pensamientos– se descontrolen. Es ahí cuando una piedra en el camino puede empezar a parecernos una montaña que hay que escalar; y corremos el riesgo de tirar por la borda todo el trabajo realizado. Tomar el control de un desliz y volver al buen camino inmediatamente es clave para evitar que se convierta en una recaída; o que se agudice como una vuelta a los comportamientos anteriores que lleven a un nuevo aumento de peso. 

Aquí dejamos algunos consejos que te ayudarán a retomar el rumbo hacia tus objetivos:  

  • Contestale a los pensamientos negativos con otros que te sirvan de ayuda. Los pensamientos negativos después de un desliz pueden ser tu peor enemigo. Pueden hacer que te sientas sin ánimo, con culpa o enojo, y sin voluntad para gestionarlo. No fracasaste por tener un desliz. Resistite a los pensamientos negativos. Contrarrestalos con otros que te sirvan de ayuda: "No fracasé por haber tenido un tropiezo", " Volveré a levantarme", "Tengo que seguir", "Yo puedo", etc.  
  • Hacete preguntas. Aprendé del desliz. "¿Fue una ocasión especial, una excepción?",  "¿Es probable que vuelva a suceder?", "¿Comí en exceso por presión social?",  "¿No hice mi paseo diario porque estaba com demasiadas ocupaciones?". Analizá la situación y trazá un plan que te ayude a lidiar con ella de manera más eficaz la próxima vez. 
  • Recuperá el control de tus niveles de alimentación o de actividad tan pronto como puedas. No dejés para mañana lo que puedas hacer hoy. Volver enseguida al buen camino es importante para evitar que los deslices se conviertan en recaídas. 
  • Hablá con alguien que te apoye. Enviá un mensaje o llamá a tu nutricionista o a otra persona de la clínica. Perder peso es un trabajo en equipo: tenés a todo el grupo a tu disposición, especialmente en los momentos difíciles. Aprovechá el apoyo único que te ofrece el equipo multidisciplinario. Llamá a un amigo o a un familiar. Contale con detalle tu nueva estrategia para afrontar futuros deslices y comprometete con ánimo renovado. 

Algunas ideas para ponerte en marcha:

- Subí por las escaleras en lugar de ir en el ascensor.

- Bájate del colectivo o subte una o dos paradas antes y caminá el resto del trayecto hasta tu trabajo o casa.

- Renová el jardín o el garaje, como te lo habías propuesto.

- Dejá el auto en casa y elegí la bicicleta para ir al trabajo, ir a ver a amigos, o cualquier otro plan que tuvieras.

- Practicá yoga, pilates, o simplemente subí el volumen de la música y disfrutá bailar en tu casa.

 

Con el Programa Allurion, cada paciente dispone de las herramientas, los conocimientos y el apoyo necesarios para superar los retos que se le presenten durante su camino hacia la pérdida de peso. 

Comprometete con tu mejor versión, y tomá la decisión de transformar tu vida.

 

 

Colaboración: Rosario López Crozet

Fuente: www.allurion.com/es

 

Programa Allurion

Resultados sostenibles. Procedimiento de 15 minutos. Programa con todo el apoyo.