El diseño de terapias intensivas es fundamental para garantizar la atención médica de calidad en situaciones críticas. Estas unidades especializadas brindan cuidados intensivos a pacientes con enfermedades o lesiones graves, y requieren un enfoque meticuloso en cuanto a la infraestructura, la organización del espacio y la integración de tecnologías médicas. En este artículo, exploraremos algunos elementos clave para diseñar terapias intensivas efectivas y propicias para el bienestar de los pacientes y el personal médico.
Espacio y distribución eficiente:
El diseño de una terapia intensiva debe contemplar una distribución eficiente y fluida del espacio. Esto implica asegurar una disposición adecuada de las camas de los pacientes, equipos médicos, estaciones de trabajo y áreas de almacenamiento. Un diseño eficiente permite un acceso fácil y rápido a los pacientes, facilitando la atención médica y minimizando los tiempos de respuesta en situaciones de emergencia.
Hoy en día se recomienda utilizar el formato de “Racetrack” como se puede observar en la Figura 1. En este diseño, las camas de los pacientes se ubican en la periferia del servicio mientras que en el centro se encuentran los sectores de apoyo.
Figura 1: Diseño “Racetrack”
Infraestructura y servicios básicos:
Una terapia intensiva requiere una infraestructura sólida que pueda soportar las demandas técnicas y operativas. Esto incluye sistemas eléctricos confiables, suministro de oxígeno y gases medicinales, sistemas de climatización adecuados y fuentes de respaldo en caso de fallas. La interfaz que va a permitir al servicio utilizar gran parte de estos sistemas solían ser los poliductos con sus tomas de gases y eléctricos.
Hoy cada vez más, se implementan alerones o columnas de suministro como la Figura 2.
Figura 2: Alerón de suministro Mindray Hyport R80 Tipo II con dispositivos médicos esenciales Mindray integrados.
Dentro de las ventajas de los alerones o las columnas de suministro se pueden mencionar las siguientes:
Tecnología y monitorización avanzada:
El diseño de una terapia intensiva debe incorporar tecnologías médicas de vanguardia que faciliten la monitorización y el tratamiento de los pacientes. Esto implica la implementación de sistemas de monitoreo avanzados, como monitores cardíacos, monitores de presión arterial, monitores de oximetría de pulso, entre otros. Estos sistemas permiten una supervisión constante de los signos vitales y alertan al personal médico en caso de cambios críticos.
Ergonomía y confort:
La ergonomía desempeña un papel crucial en el diseño de terapias intensivas. Los espacios deben ser diseñados teniendo en cuenta la comodidad y el bienestar tanto de los pacientes como del personal médico. Esto implica considerar la disposición adecuada de las camas, estaciones de trabajo y equipos médicos para reducir la fatiga del personal y prevenir lesiones. Además, se deben proporcionar áreas de descanso y zonas de apoyo para el personal, contribuyendo a su bienestar físico y mental. Como se vio anteriormente, es deseable que estos sectores de apoyo se encuentren en el centro del servicio, desde donde los profesionales tienen una visión amplia y un rápido acceso a los pacientes.
Algunas de las recomendaciones para lograr una terapia amplia y ergonómica son:
Conclusiones:
El diseño de terapias intensivas desempeña un papel fundamental en la atención médica crítica. Un enfoque cuidadoso en la distribución del espacio, la infraestructura, la tecnología, la ergonomía y la seguridad garantiza una atención de calidad y un entorno propicio para el bienestar de los pacientes y el personal médico. Al tener en cuenta estos aspectos clave, podemos crear terapias intensivas eficientes y adaptadas a las necesidades de los pacientes en situaciones críticas.
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